Me encanta la palabra «asomarse». Me recuerda a ser niña y explorar con curiosidad y casi jugando.
Durante años me asomé al mundo, a otros países para comprender otras culturas y otras formas de ser felices. En general, era casi siempre una exploración hacia el exterior, pero eso tenía un tiempo límite.
Aprendí que asomarme a mi interior, a mi esencia, era tan necesario como viajar. Aprendí a hacerlo, sigo haciéndolo porque es un recorrido que no acaba nunca, y ahora comparto con los demás, con los que queréis, que
para seguir, hay que parar
para encontrarte, hay que perderse primero
sola puedo, pero acompañada estoy mejor
que no es cuestión de hacer, sino de sentir
y qué la persona con la que más tiempo vas a estar en la vida, es contigo, así que ¡mejor estar bien con ella! ¿no crees?
Bienvenida, bienvenido a este blog en el que iré compartiendo lo que yo aprendo en primera persona. En realidad no es que yo sepa más, es que me he probado y me he equivocado muchas veces 😊💛
¡Gracias por asomarte por aquí! Sol@ estoy bien. Acompañad@ estoy doblemente bien.