La experiencia de un baño de bosque es una oportunidad para
observar y observarTe, explorar, paladear, oler, escuchar hasta dónde no llega tu mirada
Cuando trato de explicar qué es un baño de bosque o Shinrin Yoku, me suelo enfocar primero en la dinámica y después, en un mundo dónde la mayoría corre y no se para a degustar los detalles de su vida, procuro recrear el mundo mágico, en equilibrio, con el que te reencuentras en el bosque cuando consigues parar. Cuando tienes la actitud de estar en calma.
Mi último guiado de baños de bosque en el Jerte ha estado tan lleno de vida y de ocasiones en las que se me han puesto los pelos de punta que aproveché para tomar notas de lo que sentía y hoy se convierte en este post. Escrito sobre todo para recordarte que la naturaleza forma parte de ti y que por ese motivo los baños de bosque son sanadores, porque vuelves a sentir quién eres, a concederte tiempo.
Una persona de este mismo grupo que he guiado para la Fundación Suzanne Powell, me dijo muy emocionada que estaba sobrecogida por lo que sentía junto a los robles que nos rodeaban. Me comentaba esto intentando encontrar el motivo: «no se explicarte, pero siento una felicidad enorme.». No hay que buscar razones para la emoción, sino dejar que te llene. Al fin y al cabo, vienen para contarte algo de ti, para seguir conociéndote. En el caso de un baño de bosque, es una manera de recordar una faceta más de ti que no es otra que la de ver como te relacionas con el entorno natural.
Qué siento yo en un baño de bosque
Esto es muy personal. Fue lo que he sentido en este bosque extremeño concreto y en ese instante. Cómo digo a los practicantes de Shinrin Yoku, cada baño será distinto, porque tú no eres ni estás de la misma manera. ¡Aquí y ahora!
Veo un helecho que pelea con el viento
Noto las ramas de los árboles agitándose
También siento que aparentemente no se mueve nada
Un rayo de luz sobre un roca
Un rayo de sol que atraviesa las copas de los árboles
Un mariposa juguetona me visita
Exploro (yo siempre me sentí exploradora desde niña) la pequeña vida que hay en el suelo o en una rama: hojas sobrepuestas, algún pequeño insecto, hierba de distintos tamaños, tierra, una raíz que asoma…
Un pájaro que aletea y canta y otro que le responde. Yo sonrío
Un saltamontes que salta
Otro saltamontes, pero este está quieto
Siento como tus pulmones se llenan y se expanden
Siento que se hace espacio en mi
Siento que estoy viva y que pertenezco a ese lugar y a cualquier otro bosque al que yo quiera conectarme
Siento las raíces
Siento mis propias raíces en la tierra
Y por todas estas cosas, mis amigos me envían fotos de árboles espectaculares allá dónde viajan. No me puede hacer más ilusión 💚
¡Gracias por asomarte por aquí!
A mi me gusta saber que puedo tener calma en mi vida ¿y a ti?
Muy bonito, Merche!